Una de las pocas obras que sale de lo cotidiano para abordar la contabilidad desde su perspectiva histórica, que ha iluminado generaciones ...
Una de las pocas obras que sale de lo cotidiano para abordar la contabilidad desde su perspectiva histórica, que ha iluminado generaciones enteras, es "Origen y Evolución de la Contabilidad", libro con el cual me encontré cuando abrí una caja con mis viejos libros, ente ellos este, que leí en la Universidad del Valle, libro que me lo hizo leer en primer semestre el Profesor Q.E.P.D Belisario Caicedo por allá en el año 90. El libro salió en 1976, y es una obra que en lo que a mi respecta, no debe faltar en la biblioteca de ningún contador.
Personalmente pienso que las Niif solo obedecen al fenómeno inevitable de la globalización y la internacionalización de la economía. Es cierto que se pone a tono con el manejo económico internacional de las empresas. Pero también es cierto que aún hay temas que necesitan mas discusión, como lo es el tema del aseguramiento del activo, en donde se hace mención a la restricción del acceso al bien por parte de terceros. Estos terceros podrían ser los dueños legítimos de la tierra o de los recursos.
En mi opinión las niif solo se prestan o facilita la llegada de capitales extranjeros para destruir las pequeñas economías, de la misma manera que lo hace la cadena gigante Walt Mart en los Estados Unidos. La expansión capitalista se viene es con todo.
Hasta el momento, la contabilidad se basa sobre el derecho y la transferencia legal de dominio transaccional según la ley. Sin embargo, bajo enfoque niif, por ejemplo, una compañía petrolera inglesa podría explotar petroleo en las islas malvinas, aun cuando la zona se encuentre en disputa; Una empresa nicaragüense podría comenzar a explotar gas en el subsuelo marino aledaño a San Andrés Islas, ya que para eso la corte internacional de la Haya le ha dado la razón, y nuestra canciller y presidente no opongan resistencia, acatan sospechosamente callados.
Y es así como encontramos fuerzas internacionales en contraposición: por ejemplo, tenemos La corte interamericana de derechos humanos, la cual supuestamente recibe el aval de los países que la acogen con alegría. (otra cosa es que la obedezcan). Encontramos una lucha de contrarios, pues la niif permite el registro y la produccion de un recurso que aun no está claro, definido ni legalizado su control, pues el todo es que "restrinja el acceso de terceros al bien" A mas política de capo no puede sonar eso. Por ejemplo, la explotacion del Coltan en Africa. O la destruccion de páramos y ecosistemas por parte de las petroleras.
Estamos viviendo por estos dias una trajedia ecológica nunca antes vista en Colombia en el departamento del casanare.
Porque los informes de los revisores fiscales -contadores- no alertan sobre el daño al medio ambiente?
Porque creen que el revisor fiscal solo salvaguarda el tema impositivo en la empresa? Veo noticia tras noticia como siempre pretenden pasar "de agache" o por debajo, en todas las tragedias. No caben mas los espacios noticiosos en donde siempre nos preguntamos desde afuera, "¿hola y para que es que sirve esa tal revisoría fiscal?" Se hicieron los "locos" en el caso de interbolsa por mencionar solo uno de los sonados escándalos.
Las niif no solucionan nada, solo le afinan los datos a los grandes capitales, a los grandes capos del mundo para que minimicen sus riesgos y puedan invertir con mas tranquilidad, y con un complemento de XBRL de Excel, puedan accesar desde sus oficinas en NewYork o Londres a los indicadores económicos y de gestión de todas las empresas y sectores de la economía nacional, si una empresa les gusta vendrán por ella.
A continuación transcribo el corolario del libro de Gertz Manero, léanlo y medítenlo a la luz de las "normas internacionales" Pareciera como si profetizara lo que sucederá. El subrayado en el texto es mio.
La contabilidad es una disciplina cuyo objeto es llevar la historia financiera de una unidad económica, con el fin de brindar una información veraz y util a propios y ajenos.
A través del tiempo tanto las unidades patrimoniales como el contenido de la información han ido evolucionando hacia una mayor complejidad, haciéndose necesario, modificaciones y asentamientos, ajustes y transformaciones; debido a su naturaleza dinámica, este proceso continúa aún hoy su marcha, misma que continuará conforme las necesidades así lo exijan; sin embargo, la información que la historia nos brinda debe ser ante todo estática, pues de su definición en sentido amplio: narración de lo que tiene un pasado, se desprende la permanencia indispensable que debe tener dicha información para que la misma sea válida.
En efecto, es éste el yatus, por el que atraviesa la contabilidad, si se apega a registrar cada una de las operaciones mercantiles que realiza la unidad económica, conforme su precio histórico, tal y como lo exige la ortodoxia histórica, al presentarse el fenómeno inflacionario, particularmente el financiero (dineral), con motivo que la unidad de medida de valor, no tiene un valor propio intrínseco, sino solo uno ideal; la distorsión de la realidad, entre valor histórico y valor de mercado actual es patente; el resto de los bienes que constituyen el patrimonio, incrementará sus precios conforme el mercado alcista persista, no así el numerario cuyo contenido intrínseco es nulo, mas en ambos casos la distorsión de la realidad es indiscutible.
El informe financiero no es mas que un informe estático (histórico), de algo cuya naturaleza íntima es dinámica, los precios de los bienes sobre los que se contabiliza; de aqui que mientras el ciclo económico, siga la rítmica de deflaciones e inflaciones, unas provocadas, la gran mayoría, -otras exógenas, las menos-, el informe presentado por la contabilidad seguirá cargando con esa tara congénita, el ser histórico, es decir, estático, a pesar de su afán de actualidad, que por naturaleza es dinámico, y por lo mismo imposible de lograrlo, dentro del marco rígido de la historia.
Todo principio contable que pretendiera solucionar el problema, no presenta mas que un esfuerzo más, esteril por cierto, hacia aquello que de seguro es insoluble; la estabilidad de los precios.
Es de esperarse que una economía racionalmente planificada, que sin invadir los ámbitos de lo que sólo al libre albedrío esta reservado y que mediante atinados controles permita un ritmo de crecimiento ascendente, mas no inflacionario, pueda paulatinamente dominar el ciclo, haciendo de el, si no una balsa de aceite, tampoco un mar proceloso, donde los temores hagan fluctuar las decisiones de oferta y demanda a un ritmo agitado; será solo entonces, cuando la información contable podrá llenar ampliamente su cometido, sin resentir los embates de algo que es ajeno a su naturaleza, pero que sin embargo, la hace aparecer como imperfecta.
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